El carnaval es el momento perfecto para disfrazarse, por eso hicimos máscaras de colores en el circo de la pintura. Había varias máscaras para elegir, que los niños podían colorear y decorar a su gusto. 

"Durante las conversaciones, resultó que la mayoría de los niños ya tenían preparados sus disfraces de carnaval. Entre ellos había, por ejemplo, un oso polar, un pingüino, un murciélago y Mickey Mouse.
Sin embargo, todo el mundo estuvo de acuerdo en que deberíamos poder disfrutar de la compañía de los demás durante todo el año. Los disfraces y las máscaras no son sólo para carnaval. A los niños les encanta disfrazarse porque les da la oportunidad de meterse en otros papeles y expresar libremente su imaginación. Disfrazarse ofrece a los niños una forma de expresar sus propias emociones y experiencias sin mostrarse directamente. La máscara les sirve como una especie de escudo protector y les da seguridad. Esto puede ser especialmente útil cuando resulta difícil expresar estas emociones verbalmente. Por tanto, el placer de disfrazarse no es sólo una expresión de la imaginación del niño, sino también una valiosa experiencia de aprendizaje que favorece su desarrollo de muchas maneras.
Mientras hacíamos máscaras, también aprendimos algo sobre las tradiciones: ¿por qué celebramos el carnaval y nos disfrazamos?
Los niños aprendieron que disfrazarse y celebrar el carnaval está profundamente arraigado en nuestra historia y cultura, y que los camellos sólo desempeñan un papel secundario.
Hicisteis que el circo de la pintura fuera aún más colorido con vuestras creativas máscaras: ¡que os divirtáis disfrazándoos!".
- Sarah Uessem

Muchas gracias, querida Sarah. 

Klaudia Skodnik y el equipo de ayudas de Fortuna