"La aplicación mutua de las vendas de escayola no sólo creaba una imagen de las manos, sino también un intenso momento de contacto: las manos se encontraban, sentían la textura del material y el calor de la otra persona. La paciencia necesaria para dejar que el yeso se endureciera enfatizaba la unión desacelerada y consciente. El momento en que se retiraban cuidadosamente los moldes de escayola era tan emocionante como el posterior pintado con pinturas acrílicas. Las pequeñas obras de arte cuentan historias: brillantes colores favoritos, imaginativas manos arco iris e incluso alguna que otra idea humorística como una "mano helada". Cada color, cada pincelada sacaba a relucir expresiones individuales, pero la alegría compartida de hacer y el cariño de todos juntos fue lo que hizo que esta tarde fuera tan especial.
El resultado final no fue sólo una colección de recuerdos únicos, sino también una experiencia consciente de lo valioso que es el tiempo juntos, una experiencia que resuena en cada una de las obras de arte creadas. Una tarde que tocó corazones y manos al mismo tiempo". - Sarah Uessem
Muchas gracias, queridas Steffi Raths y Sarah. 
Klaudia Skodnik y el equipo de ayudas de Fortuna











