"En el Malzirkus, el lema era: ¡hazte tus propios crêpes! 
Los niños se divirtieron mucho, desde remover la masa hasta hornearla. Redondas o torcidas, cada crêpe era una pequeña obra maestra. El volteo fue especialmente emocionante y estuvo acompañado de vítores y risas. 
Por último, llegó el momento del relleno: Azúcar, mermelada, chocolate, fruta... y el favorito invicto: crêpes con barritas para niños. 
Feliz, pleno y orgulloso, un dulce día en el Malzirkus llegó a su fin".
- Veronique Donner
Muchas gracias, querida Veronique. 
@Klaudia Skodnik y el equipo de Fortuna hilft






